No todo lo que vemos es real

Creo que tenemos que entender que un momento malo, una experiencia mala, una racha, días difíciles, peleas; son parte de quienes somos y de nuestra humanidad. Me sorprende que, sin saber historias completas, creamos dramas que van mucho más allá de la verdad. No nos damos cuenta que podemos desatar situaciones horribles y lastimar a los demás. Las palabras tienen un poder enorme, es importante que las usemos con bondad, amor y cuidado.  

En mi opinión, la preocupación se demuestra de frente, se pregunta, se cuida, se ama. Este tema me hizo pensar mucho que vivir sin filtro a veces puede incomodar a los demás. Decir lo que sentimos como es, no es a lo que estamos acostumbrados. Hablar de defectos, malentendidos, tristezas; es incómodo. Pero, en mi opinión, es la manera en la que podemos aprender de los demás.

Al mostrar solo caras felices, momentos increíbles, éxitos, diversiones y no dejar ver la otra cara de la moneda, terminamos por vivir una vida alterna, que al final nos hace sentir vacíos, incompletos, inseguros, insatisfechos.

Vemos cosas increíbles en las redes sociales de los demás, nuestros conocidos, amigos y familiares normalmente solo nos cuentan lo bonito y nos preguntamos:

¿Por qué no puedo estar ahí? ¿Por qué no me siento tan feliz? ¿Por qué mi trabajo no es tan divertido? 

¿Por qué, por qué, por qué?

NO todo lo que vemos es REAL, si vemos más allá de cada foto, cada cara; podremos ver que hay seres humanos normales detrás con una vida que también es complicada.

Tenemos que empezar a abrir los ojos y saber que, detrás de cada foto, cada video, cada palabra; existen historias que nunca vamos a conocer. No todo lo que vemos es real, no es la historia completa. Cada persona elige que compartir y si entendemos esto pronto, podremos sentirnos mejor con nuestras vidas. Por mi parte, intentaré ser lo más real que pueda, sabiendo que voy a recibir mil críticas, chismes y opiniones que no estarán de acuerdo conmigo. Pero aquí estoy, abriéndome para poder conectarme con gente real, con problemas, con tristeza, con felicidad y con amor. Todo es válido; todo es necesario.

Hablar desde el amor

Hay veces que cargamos con los problemas de los demás y en lugar de ayudarlos, les hacemos un mal a ellos y a nosotros mismos. Podemos ayudar más estando en paz, tranquilos y felices, que generando más estrés, preocupación o miedo.

Me ha tocado aprender esto a la mala, mi preocupación y mis ganas de ayudar y mejorar alguna situación, generaron más preocupación y estrés para que se resolviera. 

Para ayudar y para apoyar, primero hay que sanar y alcanzar un nivel de amor y tranquilidad para poder hablar desde el amor y no desde el miedo. 

Estamos tan acostumbrados a hablar desde el miedo que es muy difícil combatirnos a nosotros mismos y enseñarnos que ese no es el camino. 

Si la intención está llena de amor, no podemos desviarnos y querer solucionar las cosas con sentimientos que no corresponden al amor. 

Aquí te dejo algunos tips para hablar desde el amor:

  1. Piensa y reflexiona lo que vas a decir, muchas veces decimos cosas de las que nos arrepentimos en el segundo que salen de nuestras bocas. Por eso es importante tomarnos unos momentos para reflexionar qué es lo que queremos comunicar. A mí me sirve muchísimo escribirlo y hacer listas, cada persona es diferente, pero reflexionar, ayuda muchísimo. 
  1. Cuida la forma en la que te comunicas con tus seres queridos, las palabras hirientes pueden marcar de por vida. 
  1. Evita los dedos o movimientos acusadores, estar a la defensiva, subir el tono de voz, ser ofensivo. Cuando subimos el tono de voz, las personas pueden ponerse a la defensiva y en lugar de escucharnos pierden la atención en querer defenderse del ataque. 
  1. Muéstrales con tus palabras y acciones que la persona te importa, la valoras, la quieres y la respetas, aunque tenga diferentes ideas que tú. 
  1. Trata de mantener tu cuerpo en control, respira, relájate, no seas bruscx, renuncia a ganar. 
  1. Elige la relación en lugar de la razón. El que tengas o no la razón no va a hacer que tus amigos, familiares o pareja te quieran más. Siempre dialoga, no conviertas tus pláticas en monólogos. 
  1. Olvida el rencor, las recriminaciones, los juicios. Vuelvo a lo mismo, porque a mí a veces se me olvida y es sumamente importante. Si atacamos, el único resultado va a ser que la otra persona se defienda, por lo que no vas a llegar a nada que los haga felices a los dos. Desde el principio estás comenzando con el pie equivocado. 

Hablar desde el amor te puede cambiar la vida; encontrar el equilibrio, hablar con argumentos y sin odio o rencor, ser quien quieres ser y lo más importante, lograr que te escuchen. Al estar en una situación difícil, tenemos la opción de hablar desde el amor o desde el miedo. Siempre nos podemos apoyar del amor que nos tenemos a nosotros mismos, del amor que le tenemos a la persona con la que estamos discutiendo, del amor a la vida, a Dios, al universo. Siempre existe un amor que va a estar ahí para tí.