Un respiro para mí.

Hay rachas en la vida en las que se nos juntan muchas cosas: malas noticias, enfermedades, problemas familiares, shocks, tristeza, enojo. Todo esto es parte de la vida y es normal y necesario decir “necesito una pausa.” 

Muchas veces reaccionamos como robots y no nos damos cuenta que todos los seres humanos tenemos millones de emociones y sentimientos que cuidar. No por esto vamos a quebrar, siempre van a existir dos opciones en estas situaciones: sonreír y decir que estamos bien o atrevernos a decir “Estoy agotadx, necesito recuperarme.”

A veces me pregunto por qué vemos normal la recuperación de un maratón y no podemos darnos unos momentos para recuperarnos de rachas y momentos difíciles en nuestras vidas. Los desgastes emocionales son igual de fuertes que los físicos y muchas veces marcan nuestras vidas para siempre. 

A veces cancelar compromisos, darnos un día de descanso, buscar paz, decir no; ponernos a nosotros primero… no es egoísmo, es amor propio. No podemos seguir sonriendo si por dentro hay un mar de emociones sin resolver. Hay días que está bien parar, acomodar y sanar. 

Distanciarnos de todo y todos, está bien. Con el tiempo he aprendido que decir NO es de las cosas más sanas que podemos aprender. Siempre habrá personas que se preocupen por nosotros y hagan suposiciones sobre nuestra situación; pero eso no es nuestro problema. 

Nosotros nos conocemos mejor que nadie y es totalmente aceptable escuchar a nuestro corazón, cuerpo y alma; regalándonos lo que nos pide. 

Por otra parte, es delicioso alejarse de energías negativas, cansancio, malas rachas, enojo, tristeza y permitirnos momentos llenos de risas, baile, diversión, un poco de arena y mar (o lo que ames); es a veces la mejor medicina.

Te invito a respirar hondo por tí. 

Bonitas vibras…

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.